Para que nuestra empresa o la firma que representamos cuente con una
imagen física donde nuestros clientes puedan acudir para consultar sus dudas
con respecto a los servicios que se les puede ofrecer o simplemente para
contratarlos debemos contar con una oficina que represente nuestra forma de
trabajar.
Hace años, las empresas podían optar a la compra de un lugar de
trabajo y adaptarlo con reformas a sus necesidades, el incremento de los
precios del suelo durante varios años hasta finales del pasado siglo hizo que
esta opción se convirtiera en un imposible fortaleciendo la opción de la
oficina de alquiler que ha perdurado hasta el momento actual.
Al decidirnos por el alquiler oficina
como opción para nuestro negocio debemos intentar conseguir un precio sobre el
mismo que no supere mucho nuestro volumen de facturación ya que esto haría que
gran parte del volumen de nuestro negocio se invirtiera en este concepto
disminuyendo las posibilidades reales de mantenimiento de nuestra empresa. En
el momento actual en el que es tan difícil decidirse por establecer un negocio
y mucho menos con una ubicación estable, es necesario que el mercado del
alquiler de oficina se adapte a las necesidades del mercado para poder ofrecer
las posibilidades que necesitan los nuevos emprendedores y también para
fomentar nuevamente el uso de los locales que en estos momentos permancen
cerrados por la dificultad económica del momento. Favorecer el oficina en
alquiler representaría agilizar otros mercados que en estos momentos se encuentran
totalmente estancados.