Apaga los equipos por la noche: Suena fácil – y lo es – pero es una manera rápida de hacer una diferencia significativa en la utilización de la energía. Los equipos en standby pueden consumir hasta el 10% de energía, y por lo tanto apagando ordenadores, escáneres, faxes, radios, impresoras en la oficina, se pueden cortar considerablemente los costes de energía.
Gasto de luz en la oficina: Si alguna vez has conducido de noche en la ciudad, habrás notado el número de luces encendidas en las oficinas. El 70% de gastos en energía en las oficinas vienen de la iluminación, así que asegúrate que la última persona que sale de la oficina apague las luces.
Controla tus electrodomésticos: Igual que sea el refrescador de agua o la nevera de las copas del viernes por la tarde, todos los electrodomésticos utilizan una significativa cantidad de energía – en particular aquellos como la nevera que siempre se dejan encendidos. Comprar electrodomésticos eficientes, como los de clase A, puede reducir los gastos de energía hasta el 75%.
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